Los cuidados de salud deben tenerse en cuenta durante todo el año, pero en otoño deben intensificarse, ya que los cambios en la temperatura pueden dar lugar a la aparición de algunas enfermedades.
El clima más suave y seco favorece el aumento de la incidencia de alergias y enfermedades respiratorias, especialmente entre las personas mayores, que tienen una inmunidad más baja. Las enfermedades transmitidas por el aire tienden a manifestarse en otoño, ya que son desencadenadas o empeoradas por la exposición a microorganismos como virus, bacterias o alérgenos, que se dispersan en el aire y penetran en el organismo a través de las vías respiratorias.
Para mantener la salud en otoño, basta con tener disciplina en hábitos bastante simples, pero fundamentales.
Cuidados a tener en cuenta con las personas mayores en otoño
Esta temporada desafía el sistema inmunológico y, sobre todo, el de las personas mayores, debido a su vulnerabilidad a la hora de contraer enfermedades. Es difícil evitar el contagio porque estamos en contacto constante con otras personas, pero podemos adoptar ciertos hábitos que ayudan a reducir la posibilidad de enfermarse, como:
– Mantenerse abrigado.
– Evitar el frío y el viento.
– Practicar actividad física regular.
– Evitar el contacto directo con personas que tienen infecciones respiratorias.
– Lavar frecuentemente la nariz y las manos.
– Mantenerse hidratado para un buen funcionamiento del cuerpo.
– Mantener al día las vacunas.
– Seguir una alimentación cuidadosa, rica en vitaminas, proteínas y minerales.
– Evitar lugares abarrotados y cerrados sin ventilación.
– Aumentar la cantidad de vitamina D a través de la alimentación.
La llegada del otoño y el invierno debe ir acompañada de una atención especial a estos cuidados.
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